CREADOS PARA CREAR

Creados para crear

Desde que el hombre pecó y fue destituido de la presencia de Dios, ha ido buscando llenar ese profundo vacio y satisfacer la necesidad de conectarse con lo divino. Es apasionante ver como diferentes culturas o civilizaciones, muchas de ellas inconexas entre sí, buscan llenar esta ausencia a través de la adoración. Como algo enquistado en la esencia humana que luchar por salir, por manifestarse, una especie de gen de la adoración.

Puede verse esto en las primeras expresiones artísticas del “hombre caído” que habitaba cavernas. Dan testimonio las rudimentarias pinturas que revisten sus cavernas de su inmensa producción artística y asume la antropología que era una forma de conectarse con el mundo espiritual. Sus rituales en su gran mayoría correspondían a la solución de problemas de abastecimiento alimenticio. Pero sea cual sea la motivación especifica, creían que había “algo” más allá de lo que veían que podía ayudarles en la provisión de alimentos.

Sin dudas el poder creativo del ser humano para las artes, llámese pintura, escultura, danza, arquitectura, música, danza, etc. ha sido un medio de conexión con lo divino desde siempre. Ese poder creativo lo puso dios en el mismo acto de creación del primer ser humano cuando lo hizo a imagen y semejanza de él. Aunque por mucho tiempo las artes han sido usadas con el espíritu incorrecto para ensoberbecer al Hombre, para pervertir y contaminar su corazón, hoy es el tiempo de restaurar las artes al verdadero propósito. Con esto no quiero decir que debemos pintar solo escenas bíblicas o teñidas de amarga religiosidad, sino que manifiesten la verdadera esencia de Dios. El artista del Reino debe ser guiado por el espíritu Santo en la constitución de nuevos conceptos que desarrollen un más profundo y sustancioso lenguaje de las artes. De lo que estoy hablando no es más que un llamado a darnos cuenta de la trascendencia que tienen las artes en cuanto a su influencia, su gobierno y su alto grado de revelación profética.

Desde ya les mando un abrazo y que Dios abra nuestros corazones y nuestra mente para entender los deseos del Padre para estos tiempos.